Me han robado… por error.
Un minuto estoy relajada en mi dormitorio. Al siguiente, soy abducida por extraterrestres y me dejan caer en una arena.
Criaturas alienígenas. Armas extrañas. Espectadores animados.
Y un oponente que mide dos metros, sin incluir los cuernos.
Parece que quiere comerme viva, y tiene los colmillos para hacerlo. Parece que quiere convertirme en polvo, y tiene los gruesos músculos para hacerlo.
Pero jura que no me hará daño, sino todo lo contrario. Me hará sentir un placer más allá de mis sueños.
Tiene un plan.
Si trabajamos juntos podemos escapar.
¿El único problema?
Su plan parece más de lo que esta pequeña terrícola puede manejar.