Bilogía The Midnight Lie - Marie Rutkoski


#1

Donde vive Nirrim, los crímenes abundan, gobierna un tribunal severo, y los placeres de la sociedad están reservados para el Alto Kith. La  vida  en  el Distrito  es  sombría  y  penosa.  A  las  personas  de  baja posición se les prohíbe probar dulces o usar colores. O sigues las reglas o pagas el diezmo y sufres las consecuencias.

Nirrim  mantiene  la  cabeza  baja  y  un  peligroso  secreto  cerca  de  su pecho.

Pero luego se encuentra con Sid, una viajera despiadada de muy lejos que susurra  rumores  de  que  la  Alta  Casta  posee  magia.  Sid  tienta  a Nirrim  a  buscar  esa  magia  por  sí  misma.  Pero  para  hacer  eso  debe entregar  su  antigua  vida.  Debe  depositar  su  confianza  en  esta astuta extraña que sobre todo pide que no confíen en ella.

#2


La intriga, el romance y la magia abundan en este conmovedor desenlace de la duología “Forgotten Gods” de Marie Rutkoski.
  
  
En la parte final de “The Midnight Lie”, Nirrim ofreció su corazón al Dios de los Ladrones para devolver a su pueblo los recuerdos de la historia de su ciudad. Los Alto Kith que una vez vivieron prisioneros tras la muralla de la ciudad ahora se dan cuenta de que muchos de ellos son poderosos. Mientras tanto, la persona a la que Nirrim más amó, Sid, ha regresado a su país natal, Herran, donde debe navegar por la política de ser una princesa rebelde que finalmente ha aceptado cumplir con su deber.
  
En la corte de Herran, comienzan a crecer los rumores de una nueva amenaza que se levanta al otro lado del mar, de la magia desatada en el mundo y de una cruel reina de cabello negro que puede introducir falsos recuerdos en tu mente, para que creas que tus amigos más queridos son tus enemigos.
  
Sid no sabe que esta reina es Nirrim, que busca venganza contra un mundo que la ha perjudicado.

¿Puede Sid salvar a Nirrim de sí misma?

¿Quiere Nirrim ser salvada?
  
A medida que se derrama sangre y comienza la guerra, Sid y Nirrim descubren que no podría importar lo que ellas quieran... porque los Dioses tienen sus propios planes.


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