Soy Hugo Chamberlain.
Nunca he pretendido ser un hombre justo. No es parte de mi ADN.
Mi padre vivió su vida siempre queriendo más, más, más, y me crio para seguir sus pasos.
He convertido su pequeño reino en un imperio global. A los cuarenta y tres años, estoy en la cima de mi juego, el rey de Wall Street, tomo lo que quiero, cuando quiero y como lo quiero.
¿Cómo podría haber sabido que la chica de mis sueños estaba a la vuelta de la esquina?
Ella se resiste. Me intriga. Me ignora. Y eso es algo que no soporto.
Amelia, es una desconocida, es una chica en el tren que no deja de cantar una canción desafinada.
Ella es la chica equivocada en el momento equivocado. Amelia no tiene lugar en mi pequeño y ordenado mundo, pero ya sé que ella es lo que necesito.
Amelia Sinclair…
Hugo Chamberlain cree que somos un accidente del destino, dos extraños en un tren con chispa suficiente para iluminar el horizonte de Nueva York.
Él no sabe que estoy conspirando contra él. Va a jugar a mi ritmo.
Conseguiré lo que por derecho pertenece a mi madre. Jugaré el juego, batiré mis pestañas y moveré mi trasero si eso me ayuda.
Él puede pensar que es un regalo de Dios para las mujeres, con esos ojos, ese cabello y maldito, ese cuerpo… ¿irresistible? ¡Veremos!
El destino me demuestra que estoy equivocada, y no puedo negar que me estoy enamorando de Hugo Chamberlain, acabaré cediendo a tus deseos más salvajes que serán también los míos. Nuestro futuro está escrito. Juntos.
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