Después de dos años de cuidar a su padre desconsolado, Evie necesita un nuevo comienzo. Dejar los Estados Unidos y seguir a su hermana a Australia para trabajar como asistente personal de la estrella de rugby Xavier - La Bestia - Stevens parece el tipo de distracción adecuado.
Alto, musculoso y endiabladamente guapo, Xavier es el tipo de hombre que los ama y los deja. Nunca olvida el nombre de una chica porque nunca se molesta en recordarlo.
Evie pronto se da cuenta de que ser el ayudante de Xavier es un trabajo de 24 horas al día, 7 días a la semana; el hombre parece no estar dispuesto ni siquiera a poner una alarma para sí mismo.
Mientras lo ve pasar de una mujer a otra, Evie se alegra de que su corazón esté a salvo de su atención. Después de todo, ella está muy lejos de los modelos de tamaño cero que él suele llevar a su cama.
Pero pronto estar cerca de Xavier no se siente como un trabajo, y verle caminar por su apartamento medio desnudo todo el tiempo tampoco ayuda. Evie sabe que ceder a su atracción le llevará a un desengaño, pero cuando Xavier empieza a tratarla como algo más que su ayudante, resistirse a sus encantos parece una tarea imposible.
