Camilla
Donati no tiene relaciones, simplemente no es lo suyo. Quiere
divertirse, pero no por mucho tiempo. Ella podría ser exactamente lo que
Tommaso Rossi necesita para hacer de sus vacaciones de las
responsabilidades como Capo, un descanso que valga la pena tomar.
No esperaba encontrar una mujer como ella con la mente llena de inmundicias.
No esperaba un hombre que rompiera todas sus reglas con solo una sonrisa.
Chicago
sigue llamando a Tommaso a casa, y más lejos del alcance de la única
cosa que quiere más que nunca. El corazón inquieto de Camilla sigue
interfiriendo incluso cuando está atascado entre lo que es y lo que
podría ser.
Esto debería haber sido fácil.
No tenía por qué ser complicado.
Enamorarse no requiere esfuerzo.
Son las personas las que lo ponen difícil.