A la familia de Lachlan Morrison le gusta decirle a la gente que él es tímido, pero eso es como decir que el cielo es algo azul, o el buen hockey es un poco rudo. Lachlan sabe perfectamente que es un desastre social y trabaja duro para humillarse lo menos posible.
Entonces Michaela Price, la mujer más hermosa que ha visto, se muda a la ciudad y necesita un amigo.
Michaela sabe que no es ningún premio. Como una desgracia conocida a nivel nacional, está acostumbrada a que la miren fijamente y a tener que sacar a los fotógrafos de los techos de los vecinos. No le desearía su vida a nadie, y ciertamente no tiene intención de infligirse al pobre Lachlan
Morrison, quien literalmente no puede hablar en su presencia. Pero entonces, volver a la universidad no es lo que esperaba. Resulta que su nueva vida es tan solitaria como la anterior y solo conoce a una persona en la ciudad.