Mi misión está casi completa. El burbujeante hervor de la venganza que calienta mi sangre podría finalmente hervir a fuego lento.
Ella es la última pieza del rompecabezas. Una vez que la destruya, todos los que me hayan hecho daño habrán pagado su deuda.
Se suponía que iba a ser rápido y fácil, pero tan pronto como la encontré todo se complicó.
Muy complicado.