Comienza como cualquier otro lunes para Ty Christianson. Cincuenta vueltas en su piscina, un traje suave, una charla con su madre de camino a su oficina, esquivando innumerables llamadas de mujeres, y su fiel pero cínica asistente esperándole con un café. Luego una reunión con su socio de negocios y amigo de toda la vida, Sal, lo pone todo patas arriba. Sal ha contratado a un nuevo asistente sin ni siquiera consultar a Ty. Es un pecado capital en su mundo, pero es la menor de las preocupaciones de Ty. Sal no sólo ha contratado un nuevo asistente personal, sino una diosa absoluta. Y ella está fuera de los límites de Ty.
Lainey Summer enloquece a Ty con su belleza salvaje, su sensualidad sin esfuerzo y su insondable apariencia. Juega sus cartas demasiado cerca de su pecho, ¿y eso no la hace más atractiva?
Desafortunadamente para Lainey, Ty es notoriamente irresistible.
Desafortunadamente para Ty, Lainey puede resistirse a él.
O... ¿puede ella?
Mientras Ty se lanza a la misión de romper a Lainey, una pretendida conquista se convierte en una fijación.
Y en el proceso, es arrojado en un caos perfecto.