Dios me ha llevado a una vida de servicio.
Nunca pensé que ser sacerdote sería una carrera para mí, pero aquí estoy dando misa y guiando un rebaño hacia la salvación. Mi camino está despejado hasta que una distracción pelirroja comienza a visitar mis servicios. Con los ojos bien abiertos y emitiendo inocencia como un estallido de efervescencia, Lily es una tentación que debo superar. Pero cuanta más confianza me da, más confesiones revela, pronto me doy cuenta de que el Señor la trajo a mí.
Soy el único que puede aliviar el profundo dolor dentro de ella y llevarla a la luz.
Cuando veo al Padre Niall parado en los escalones de su iglesia, su sonrisa abierta y sus brazos acogedores son justo lo que necesito. Aunque no soy católica, asisto a sus servicios y me sumerjo en el sonido de su voz, el calor de sus ojos. No creo que se fije en mí. Hasta que un día, lo hace. Y entonces le confieso el dolor que siento cada vez que lo veo.
El Padre Niall es misericordioso y me ayuda en todo lo que le pido.
Pero cuando se entera de quién soy realmente, su propio pasado peligroso sale a la luz.
El Padre Niall no es lo que parece... pero tampoco yo.